En los últimos años ha habido un singular auge en materia de neurociencias y su impacto en la comunicación y el lenguaje. Esto, debido a hallazgos como la conexión entre el eje intestino-cerebro, a razón del flujo permanente y masivo de neurotransmisores entre uno y otro, determinante para la activación de las emociones (Gómez-Eguílaz, 2019).
Sumado a aquél, se encuentra la plasticidad cerebral o neurogénesis, protagonista de las conductas adaptativas y la toma de decisiones (Doddoli, 2022).
Parte de estas características son estudiadas por la neurociencia de la comunicación. Veamos dos de ellas:
Comunicar decisiones estratégicas
Es deseable que cada decisión esté respaldada por una estrategia. La comunicación vista desde un enfoque neurocientífico nos habla de dar estructura y planear rutas de información para lograr mayor asertividad al momento de transmitir una idea (Nova, 2023). Esto obedece a la activación cortical del cerebro humano, particularmente de la corteza prefrontal, encargada de discernir a través del pensamiento lógico y describir lo objetivo.
En la corteza prefrontal es donde se desarrollan funciones cognitivas superiores como la atención, el aprendizaje, la memoria, la capacidad de resolver problemas y el pensamiento conceptual, funciones todas ellas fundamentales en la toma de decisiones.
Lo que demuestra la neurociencia de la comunicación es que, a mayor estructura y planeación, mayor activación racional detrás de las decisiones. También, a mayor uso didáctico de la información se desarrolla un mejor entendimiento. Incluso, existen estructuras semánticas que ayudan a otorgar sentido a los discursos. Las metáforas son parte de ello, por ejemplo. Relacionar situaciones y contar historias tiene un efecto de anclaje y codificación cultural que genera memoria cerebral. Por esta razón es más fácil que las personas recuerden lo que han aprendido a través de la percepción de los sentidos, sumando a ésta su interpretación cognitiva o contraste con los hechos de la realidad.
Adaptar la comunicación no verbal
Poco se habla de la consistencia que debe existir entre la expresión verbal y el comportamiento no verbal, aun cuando este último representa, entre gestos, postura y mirada, más del 55% de la percepción sobre el hablante (Mehrabian, 1972).
La neurociencia de la comunicación explica este fenómeno a partir de la capacidad que tiene el cerebro humano para decodificar patrones sensoriales o emociones como la tristeza, alegría, ira, miedo, sorpresa, asco o desprecio (Damasio, 2021). Así, es a través de los gestos que se revelan, a nivel consciente y subconsciente, estados de ánimo, fallas de memoria e incluso falsedades o dudas en el discurso.
Por esta razón, lenguaje y comunicación son objetivos relacionales distintos. El lenguaje suele ser más intuitivo, incluso reactivo. En tanto, la comunicación conlleva mayor estructura y sentido.
A continuación, algunos ejemplos de interacción no verbal acuñados por el Instituto Español de Sinergología:
- La apertura de los tobillos hacia el interior indica que están abiertos a continuar con la conversación.
b) El rascado de la parte interior del brazo indica apertura y podría expresar que tenemos ganas de avanzar en la interacción o simplemente apertura a tener más proximidad.
c) El rascado de la rodilla izquierda podría indicar que la otra persona quiere estar a la altura o saber cómo hacer las cosas.
d) El rascado de la zona interior del tobillo izquierdo indica deseo de acercamiento físico.
A manera de conclusión, los estudios de neurociencia en materia de comunicación develan una interpretación del comportamiento humano muy apegada a las formas en que se experimentan las emociones y se traducen en argumentos o eventos objetivos.
Desde PRoa, consideramos que entender la mente humana es explorar su naturaleza, para lo cual no hay nada más vivaz que el lenguaje y la comunicación, lo que enfatizamos a más no poder en los cursos de neurociencia y storytelling que ofrecemos. .
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Sandra Angarita es politóloga, maestra en comunicación y socia consultora de PRoa. Su ejercicio profesional se enfoca en el diseño de planes estratégicos de comunicación, así como el desarrollo de métodos de formación en materia de oratoria, vocería, storytelling y gestión de crisis.
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