Vivimos en un tiempo que marcará la historia de México y el mundo de muchas maneras. Las generaciones futuras escucharán relatos de sus padres o abuelos sobre cómo afrontamos la pandemia del COVID-19 y sus miles de consecuencias que viviremos en los próximos meses. Sin duda, estas historias irán acompañadas de evidencias visuales que destacan por su impacto: encabezados de periódicos, fotografías en primeras planas, videos en redes sociales y por supuesto, memes.
Imágenes que marcan la historia
¿Has pensado en las imágenes que están marcando este periodo de la historia? Si hacemos recuento de algunos sucesos de la era moderna puede que vengan a tu memoria algunos ejemplos. En el 2015, la imagen de Alan Kurdi, un niño sirio que murió ahogado en su camino a Grecia y hallado en las playas de Turquía, se volvió un símbolo del éxodo masivo de migrantes del Medio Oriente hacia Europa.
Al pensar en la historia de México, podemos retomar fotos del archivo Casasola que se volvieron en el ícono de la Revolución Mexicana, como el encuentro entre Francisco Villa y Emiliano Zapata. Ahora bien, ¿vienen a tu mente imágenes memorables de la pandemia del COVID-19? Seguramente la foto del presidente López Obrador dando un beso a una niña al inicio de la emergencia sanitaria sea una de ellas. Los letreros con la leyenda “El cine nos enseñó que siempre hay un final feliz. Te vamos a extrañar. Cuídate” de Cinépolis, pudieran también formar parte del archivo visual que marque esta crisis.
¿Cómo se aplica esto al entorno empresarial?
En momentos como el que vivimos surgen historias que una empresa puede respaldar y de las que puede extraer valores con los que quiere ser asociada. Una compañía como Coca Cola lo ha hecho múltiples veces; por ejemplo, su anuncio previo al Mundial de Fútbol Brasil 2014: “El abrazo del alma”. La marca retomó la fotografía protagonizada por los jugadores Ubaldo Fillol y Alberto Tarantini junto a un aficionado sin brazos en la final del Campeonato Mundial de Argentina 1978. El lema de la campaña fue “La copa se levanta con el alma” y sin duda transmitió la emoción, felicidad y pasión con la que Coca Cola quiere ser asociada. Todo esto sin tener que mostrar una sola botella de refresco.
Durante la crisis del Covid-19 destaca “El derecho a decir adiós”, una iniciativa surgida en Italia para proveer de tabletas electrónicas a un hospital con pacientes mayores deseosos de despedirse de sus seres queridos antes de morir. Esta campaña fue impulsada por el Partido Demócrata de la zona 6 de Milán y es probable que esta acción humana le haya atraído algunos simpatizantes.
Se deben detectar necesidades sociales surgidas de la emergencia sanitaria que no necesariamente aluden al sector salud, y que pueden doler igual o más que la misma enfermedad, por ejemplo, la indiferencia ante la pérdida de un familiar o un negocio.
Aprovechar lo visual para generar simpatía
Más que nunca las empresas deben comunicar el aporte social que tienen ante la emergencia, las medidas que están tomando para proteger a sus colaboradores y la empatía hacia su audiencia. Una buena comunicación no necesariamente será el anuncio sobre la donación de dinero, que si bien es valorada, debe ir acompañada de acciones que muestren el lado humano de la empresa y generen simpatía en el público: contar las historias de nuestra comunidad y empleados a través de material visual cautivador. El testimonio de un colaborador sobre cómo fue respaldado por su empleador, incluso a pesar de las dificultades financieras ocasionadas por la cuarentena, puede llegar a tener más impacto positivo que una donación de cubrebocas.
El lenguaje visual es una forma de transmitir la esperanza y fortaleza que serán necesarias ante el panorama poco positivo que se avecina. Ya sea que formes parte de una gran empresa o seas un emprendedor, considera la memoria visual de la que quieres dejar registro durante esta emergencia, e implementa acciones congruentes con ella. Situaciones como la que vivimos pueden ser aprovechadas para que tu organización se fortalezca en algo difícil de construir y fácil de perder: la reputación.
Felipe Valdés es Licenciado en Comunicación y Medios Digitales por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, además es Especialista en Comunicación Digital Visual, Redes Sociales y Análisis Analíticos.
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