6 CLAVES de COMUNICACIÓN en el MARCO del 25N

El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las hermanas “Mirabal” aparecieron sin vida en el fondo de un barranco en República Dominicana. Su brutal asesinato, por su activismo político, fue recordado en 1981 durante el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá, Colombia. Fue entonces cuando se decidió asignar esta fecha para conmemorar anualmente el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Hoy, 62 años después de la muerte de las hermanas “Mirabal”, la violencia contra las mujeres sigue arrojando cifras demoledoras. A nivel global, de acuerdo con ONU Mujeres, 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia de género. En México, según el INEGI, 11 mujeres son diariamente asesinadas en el país por razón de género.

La comunicación como parte de la solución

El involucramiento de distintas entidades y de la sociedad en general es fundamental para poner freno a toda esta situación.  En este sentido, hay actores comprometidos con el 5º de los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por la ONU, cuyo propósito es lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. Este objetivo señala, entre otras condiciones, la necesidad de eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas.

La comunicación es un aliado clave para lograr todo lo anterior. Desplegará todo su potencial si está verdaderamente alineada con una esencia comprometida realmente con la igualdad de género. De lo contrario, será vista como el enésimo intento oportunista de una marca a partir de un tema público.

Para que detone todo su potencial en favor de la igualdad de género, la comunicación debe atender a las siguientes 6 claves.

  1. Escuchar. Actuar con base en ideas preconcebidas, representa un elevado porcentaje del fracaso en su comunicación. El primer paso, siempre, escuchar a quien tenemos enfrente. 
  2. Entendimiento. Si nuestra escucha es sincera, seremos capaces de ponernos en los zapatos de nuestros interlocutores, y con ello entender sus necesidades.
  3. Coherencia. Mediante la alineación de nuestros valores, la comunicación y el compromiso con la igualdad de género.
  4. Transparencia. Mostrar resultados concretos y explicar la manera en la que las acciones contribuyen a un verdadero cambio. Aquí los colaboradores de una empresa juegan un papel fundamental como embajadores de marca.
  5. Sensibilidad. Usar un tono apropiado y sensible capaz de transmitir mensajes de solidaridad y compromiso con las mujeres. No revictimizar.
  6. Inclusividad. Emplear el lenguaje inclusivo, con fórmulas como la utilización de los dos plurales (por ejemplo, “asociadas y asociados”) o el empleo de fotografías que rompan con estereotipos.

Tanto las acciones para eliminar la violencia de género como los mensajes de comunicación deben partir de un interés genuino, y no caer solamente en el oportunismo mercadotécnico (el cual, como hemos señalado, es fácilmente identificable y puede suscitar reacciones adversas frente a lo buscado). Como bien dicen por ahí, hay que evitar lo de ser “candil en la calle, y obscuridad en la casa”.

Mariana Orozco Pimentel es internacionalista por la UNAM y aspirante a maestra en Comunicación por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Es especialista en investigación en temas de género y tiene experiencia en relaciones públicas y gestión de crisis mediáticas.

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