Hay contrastes muy favorables. La oratoria, durante siglos se ha conocido como el arte de hablar frente a públicos diversos para persuadirlos y conminar a la acción. Por su parte, los adelantos modernos en materia de neurociencia han abierto un panorama amplio para el entendimiento del cerebro humano y sus múltiples funciones y posibilidades; dentro de ellas, las relacionadas con su actividad lingüística y comunicativa.
En este sentido, arte y ciencia se mezclan, dando lugar a un nuevo campo de estudio: la neuro oratoria, misma que en términos más prácticos, estudia los recursos o herramientas que, desde las funciones cerebrales se pueden emplear para potenciar los niveles de comunicación dirigidos o intencionados frente a audiencias estratégicas. A continuación, se referencian 4 de estos recursos.
Debes saber sobre neuro oratoria
- El habla. El lenguaje hablado es exclusivo de los seres humanos. Esto nos dice que de forma inherente nos conectamos con los demás por la capacidad que tenemos de comprender a partir de las ideas hechas diálogo. Ser conscientes de dicha conexión debe llevarnos a una experiencia más grata de comunicación. En adición, se ha comprobado que la selección de ciertos adjetivos, imágenes y/o expresiones coloquiales favorecen la cercanía y la comprensión.
Ejemplo de esto es cuando
Nos resulta más fácil recordar o comprender a un orador que se basó en ejemplos y anécdotas.
- Los neurotransmisores de la complacencia. La función cerebral se impulsa por la actividad eléctrica que se da entre las neuronas; a esto llamamos sinapsis. Durante este flujo eléctrico se transmiten algunas sustancias que estimulan sensaciones que, a su vez, las personas traducen en emociones y comportamientos. Es importante saber que, en términos de comunicación, neurotransmisores como la dopamina (pacer), la oxitocina (amor) y la serotonina (felicidad) son estímulos importantes.
Ejemplo de esto es cuando
Un orador logra conectar por hacer buen uso del humor y la empatía.
- La memoria. Para efectos de la comunicación humana, existen al menos dos vías (en el hipocampo) que generan recordación. La memoria episódica y la semántica. Sobre la primera se señala un vínculo entre vivencias, experiencias sensoriales y emociones. En tanto la segunda, referencia el recuerdo de datos e información descriptiva en general. Ambas varían su intensidad en función del tiempo. El recurso retórico aquí está en la remoción de estas memorias a través de la activación de diálogos. Un hallazgo importante es que la fuerza de las conexiones sinápticas incide en la velocidad de acceso a los registros de memoria en el cerebro.
Ejemplo de esto es cuando
- Combatir el cortisol. Estadísticamente, entre los males más temidos se encuentra la glosofobia. La ansiedad que genera el hecho de hablar en público es un patrón casi generalizado. Lo que quizá no se explora mucho es la incidencia de los niveles de cortisol (hormona del estrés) ante este ejercicio. Aquí es donde entra la función reguladora del hipotálamo para traducir la tensión emocional en parálisis física. Hay técnicas que resultan muy efectivas para disminuir e incluso prevenir la segregación de cortisol antes de una puesta en escena.
En resumen, en neurociencia y oratoria
Estos son algunos elementos en los que confluyen los estudios especializados entre neurociencia y neurolingüística, aunado a prácticas de comunicación como la oratoria o la vocería.
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